No es el animal, sino que metafóricamente se utiliza para expresar que alguien es muy sucio o grosero.
Meó y seguidamente se limpió las manos en el pantalón, ¡vaya cerdo!
En ese hotel de cinco estrellas desayunamos como cerdos.
No es el animal, sino que metafóricamente se utiliza para expresar que alguien es muy sucio o grosero.
Meó y seguidamente se limpió las manos en el pantalón, ¡vaya cerdo!
En ese hotel de cinco estrellas desayunamos como cerdos.
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Estar muy cansado o agotado. También puede referirse a un estado emocional muy negativo.
Estoy hecho polvo, ni un día de vacaciones en año y medio.
Él está hecho polvo tras el fallecimiento de su padre.
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Forma cariñosa de llamar a otra persona, aunque puede usarse en un tono irónico o en un contexto de recriminación. Deriva de la palabra ‘amor’.
Morch son las siete de la mañana y ya me estás contando tus dramas.
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Sentirse fuera de lugar.
Me invitaron a una reunión de física cuántica en la que estaba como perro en misa.
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Ser una persona muy buena, noble y generosa.
Siempre ayuda a todos sin pedir nada… es un trozo de pan.
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Hacer un escándalo a gritos, con motivo de un enfado desmedido.
Me montó un pollo por prepararle un café con leche en vez de un cortado.
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Tener un día muy malo, lleno de problemas, imprevistos o malestar.
Se me ha roto el coche, he perdido el móvil y se me ha cagado una paloma en el abrigo… estoy teniendo un día de perros.
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Estar muy cansado, desaliñado o deteriorado.
Estoy hecho un zorro, llevo todo el día subiendo muebles viejos a la buhardilla.
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Reprender a alguien con firmeza, decirle las verdades de manera directa y sin rodeos. Se usa cuando alguien necesita ser puesto en su sitio.
El jefe le cantó las 40 por llegar tarde todos los días, ya era hora.
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Expresión empleada para señalar algo que tiene un precio excesivamente alto, tanto que resulta casi inalcanzable o desproporcionado respecto al valor que ofrece.
Reparar el coche me costó un ojo de la cara, casi tanto como comprar uno nuevo.
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Describe a una persona considerada aburrida, insípida o sin gracia, alguien que carece de chispa, entusiasmo o atractivo en su forma de ser. Se usa para señalar falta de carisma o viveza.
No me gusta salir con él, es un pan sin sal y nunca propone nada divertido.
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