Estar muy cansado, desaliñado o deteriorado.
Estoy hecho un zorro, llevo todo el día subiendo muebles viejos a la buhardilla.
Estar muy cansado, desaliñado o deteriorado.
Estoy hecho un zorro, llevo todo el día subiendo muebles viejos a la buhardilla.
Por
Enfrentarse a una situación difícil o desagradable, normalmente sin querer.
Me comí el marrón de presentar el proyecto yo sólo porque nadie más quiso hacerlo.
Por
Insistir de forma molesta o repetitiva sobre algo. Su significado proviene del ruidoso sonido que emite la matraca, un instrumento de percusión.
Mi jefe me dio la matraca todo el día con el informe.
Por
Pensar demasiado en algo, darle muchas vueltas.
No te comas el tarro por lo que dijo, seguro que no lo hizo con mala intención.
Por
Estar muy acelerado, nervioso o hiperactivo. Se puede decir «estar como una moto» o «ponerse como una moto»
Yo después de dos cafés me pongo como una moto.
Por
Sentirse abrumado, confundido o con dolor de cabeza por exceso de ruido, preocupaciones o información.
Después de estar cuidando de mis sobrinos todo el fin de semana tengo la cabeza como un bombo. Si pudiera, pediría unos días de baja laboral…
Por
Se dice de algo o alguien que aparece por todas partes, de forma excesiva o repetitiva.
El afán de protagonismo de ese político es indescriptible, está hasta en la sopa.
Por
Sentirse muy cómodo y adaptado en una situación o entorno.
Es muy buena actriz, sobre el escenario se nota que está como pez en el agua.
Por
Evitar conflictos o discusiones, mantener la armonía en una situación tensa.
No quiero discutir, mejor tengamos la fiesta en paz.
Por
Mantener una postura firme, no ceder ni admitir que uno está equivocado, incluso ante evidencia.
Aunque todos le dijeron que se había equivocado y debía dimitir, no dio su brazo a torcer.
Por