Activarse, esforzarse más.
Si no te pones las pilas, vas a suspender la asignatura.
Activarse, esforzarse más.
Si no te pones las pilas, vas a suspender la asignatura.
Por
Molestar o fastidiar insistentemente.
Mi hermano me dio la lata toda la tarde con sus preguntas.
Por
Tener un día muy malo, lleno de problemas, imprevistos o malestar.
Se me ha roto el coche, he perdido el móvil y se me ha cagado una paloma en el abrigo… estoy teniendo un día de perros.
Por
Estar en una situación límite, especialmente económica o emocional, sin margen de maniobra.
Entre la hipoteca y los gastos, estoy con el agua al cuello.
Por
Estar cansado, enfermo o sin energía para afrontar tareas exigentes.
Desde de la operación del coxis no estoy para muchos trotes.
Por
Permanecer firme y activo en una situación difícil, sin rendirse.
Aunque está enfermo, sigue trabajando. Está al pie del cañón.
Por
Sentirse o estar completamente solo, sin compañía ni apoyo. Se usa tanto literal como emocionalmente.
Desde que se mudó, no socializa a nadie. Está más solo que la una.
Por
Estar de muy mal humor, irritable o enfadado sin motivo aparente.
Hoy tiene un humor de perros, mejor no decirle nada.
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Estar en una situación difícil en la que hay que tomar una decisión complicada, sin buenas opciones.
Me ofrecieron un trabajo mucho mejor pero fuera del país, por lo que tendría que empezar una relación a distancia con mi novia… estoy entre la espada y la pared.
Por
No dormir nada durante la noche, por insomnio, nervios o molestias.
Con el ruido de la calle no pegué ojo en toda la noche.
Por
Sospechar que algo no está bien o que alguien oculta algo, aunque no se tenga pruebas claras.
Desde que empezó a llegar tarde sin explicación, estoy con la mosca detrás de la oreja.
Por
Acertar plenamente en algo, especialmente al identificar una causa, solución o idea.
Cuando dijo que lo que faltaba era comunicación, dio en el clavo.
Por
Estar distraído, ausente o pensando en otra cosa, sin prestar atención a lo que ocurre alrededor.
Le expliqué tres veces cómo funciona el mando y seguía en Babia mirando al techo.
Por