Ser boque o boquerón. Alguien que todavía no se ha dado un beso con otra persona.
Juanpa es un boque, pero dice que no tiene prisa por besar a nadie.
Ser boque o boquerón. Alguien que todavía no se ha dado un beso con otra persona.
Juanpa es un boque, pero dice que no tiene prisa por besar a nadie.
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Estar distraído, ausente o sin prestar atención a lo que ocurre alrededor.
Le he preguntado si quería café o té y ni se ha enterado… está en la luna
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Molestar o fastidiar insistentemente.
Mi hermano me dio la lata toda la tarde con sus preguntas.
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Persona inquieta, que no puede estar quieta ni en un sitio mucho tiempo.
No había acabado el máster y ya estaba pensando en cuál iba a ser el siguiente. Lo reconozco, soy un culo inquieto.
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Una mentira, excusa, historia inventada o engaño que alguien cuenta para justificar algo o manipular.
No me vengas con milongas, sé perfectamente que llegaste tarde porque te quedaste dormido.
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No es el animal, sino que metafóricamente se utiliza para expresar que alguien es muy sucio o grosero.
Meó y seguidamente se limpió las manos en el pantalón, ¡vaya cerdo!
En ese hotel de cinco estrellas desayunamos como cerdos.
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Algo que es complicado, exagerado o con mucha historia o trasfondo detrás.
La reunión de ayer… tela marinera, acabamos a gritos.
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Una persona muy joven, nueva o sin experiencia en algo. Suele utilizarse de forma afectiva. Proviene del latín pipio, pipionis, que significa “pichón” o “polluelo”.
Cuando empecé en el trabajo era un pipiolo que no sabía ni presentarse ante desconocidos.
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Sospechar que algo no está bien o que alguien oculta algo, aunque no se tenga pruebas claras.
Desde que empezó a llegar tarde sin explicación, estoy con la mosca detrás de la oreja.
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Sorprenderse muchísimo.
Estaba dando un paseo por el río y me encontré a mi ex de la mano con mi mejor amiga… me quedé de piedra.
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