Algo que es muy bueno, bonito o divertido.
¡Qué chido está tu nuevo coche!
Algo que es complicado, exagerado o con mucha historia o trasfondo detrás.
La reunión de ayer… tela marinera, acabamos a gritos.
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Se usa para referirse a alguien astuto, pícaro o difícil de engañar. También puede señalar a una persona traviesa, con malas intenciones o que suele meterse en líos, por lo que conviene tener precaución con ella.
Ten cuidado con Juan, que es un pájaro de cuidado y siempre se las ingenia para salirse con la suya.
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Poseer estilo, carisma o actitud destacada, especialmente en moda o música.
Ese chico tiene mucho flow.
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Formarse un gran alboroto, pelea o discusión.
Su origen está en una taberna madrileña del siglo XVI regentada por María Morena, donde se produjo una gran pelea. Desde entonces se usa para referirse a un alboroto o escándalo.
Tras la expulsión del delantero se armó la marimorena en el estadio.
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Permanecer firme y activo en una situación difícil, sin rendirse.
Aunque está enfermo, sigue trabajando. Está al pie del cañón.
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Complicar algo innecesariamente hasta causar el hastío de los demás.
Sólo le pregunté si quería carne o pescado, y acabó hablando de la dieta de los astronautas… siempre le busca los tres pies al gato.
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Persona que arruina la diversión o el entusiasmo de los demás.
Estábamos celebrando y él empezó a quejarse de todo… qué aguafiestas.
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Molestar, fastidiar, insistir de forma pesada o interferir en lo que otra persona está haciendo. Puede tener un tono desde ligero a modo de broma hasta fuerte, irritable. En algunos contextos también puede significar estropear algo.
Ya deja de fregar con las preguntas, te prometo que te aviso cuando tenga novedades.
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Estar completamente desorientado, sin saber qué hacer ni dónde se está; o estar en una situación muy comprometida.
El origen de la frase se remonta a un personaje literario del siglo XIX, Carracuca, un hombre al que le sucedían todo tipo de infortunios y situaciones angustiosas.
Con el mapa manchado de barro y el móvil sin batería estábamos más perdidos que Carracuca.
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Palabra empleada para referirse de manera despectiva a una mujer considerada malvada, astuta, manipuladora o cruel, alguien que se aprovecha de los demás o actúa con mala intención. Aunque originalmente proviene de la mitología griega, en el habla cotidiana se ha cargado de un matiz insultante hacia la personalidad.
No confíes en Marta, es una arpía que siempre busca cómo sacar ventaja de los demás.
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Alabarse a uno mismo, destacar sus propios méritos o cualidades. Se usa cuando alguien presume de lo que ha hecho o exagera sus logros para quedar bien ante los demás.
No quiero echarme flores, pero el proyecto salió perfecto gracias a mi contribución.
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Persona que siempre ve el lado negativo o trae mala suerte.
No invites a Paco, es un cenizo y nos amarga la fiesta.
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Se emplea para describir a alguien que se comporta de manera diferente a lo que se considera “normal” dentro de un grupo o sociedad. No necesariamente es negativo: puede referirse a alguien excéntrico, peculiar o con gustos poco comunes. La imagen del “bicho raro” transmite la idea de un ser extraño que no encaja del todo.
Le encanta coleccionar piedras en vez de salir de fiesta, siempre ha sido un bicho raro.
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Persona torpe, especialmente haciendo cosas con las manos.
No le dejes montar la estantería, es un manazas y la va a liar.
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