Hablar demasiado o contar cosas que no debería.
Contó el secreto nada más se lo dijeron… qué lengua más larga tiene.
Hablar demasiado o contar cosas que no debería.
Contó el secreto nada más se lo dijeron… qué lengua más larga tiene.
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Alguien o algo a lo que le queda muy poco tiempo de existencia, vigencia o vida útil. Se usa tanto para personas (en tono humorístico o dramático) como para situaciones, proyectos o cosas que están a punto de terminar.
La empresa está en números rojos, le quedan dos telediarios.
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Estar en problemas o en una situación complicada.
No estudié nada para el examen y es esta tarde, estoy al horno.
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Sorprenderse mucho.
Me dijo que su gato habla… ¡y el gato me saludó con la pata! Me quedé helado.
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Algo o alguien con habilidades exageradas. Se suele acompañar del sufijo -isimo/a: Chetadísimo/a
Mi gato aprendió a abrir la nevera. Está chetadísimo.
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Sentirse o estar completamente solo, sin compañía ni apoyo. Se usa tanto literal como emocionalmente.
Desde que se mudó, no socializa a nadie. Está más solo que la una.
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Molestar, fastidiar, insistir de forma pesada o interferir en lo que otra persona está haciendo. Puede tener un tono desde ligero a modo de broma hasta fuerte, irritable. En algunos contextos también puede significar estropear algo.
Ya deja de fregar con las preguntas, te prometo que te aviso cuando tenga novedades.
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Alguien o algo extremadamente viejo o antiguo. Se utiliza para exagerar la edad de una persona, objeto o costumbre, indicando que es muy antiguo.
Tiene origen bíblico: Matusalén es un personaje del Antiguo Testamento que, según la Biblia, vivió 969 años, lo que lo convierte en el hombre más longevo mencionado en las Escrituras.
Ese coche es más viejo que Matusalén, no sé cómo funciona todavía.
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Sorprenderse mucho ante algo, tanto que provoca una inmovilidad física o mental. Suele usarse en conversaciones desenfadadas, normalmente conjugado con los verbos quedar(se) y estar.
He pillado a mi hermana y a mi primo-hermano besándose… TIESA.
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Persona que adula excesivamente a alguien, especialmente a superiores.
No me extraña que sea la única persona de esta empresa a la que han ascendido en cinco años, es un pelota.
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Utilizado para señalar que alguien se da por aludido o se molesta cuando escucha una crítica o comentario, aunque no se le haya mencionado directamente. En otras palabras, si alguien reacciona con enfado, es porque probablemente la crítica le afecta o le describe.
No te pongas nervioso, nadie te acusó; recuerda que quien se pica, ajos come.
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