Complicar algo innecesariamente hasta causar el hastío de los demás.
Sólo le pregunté si quería carne o pescado, y acabó hablando de la dieta de los astronautas… siempre le busca los tres pies al gato.
Complicar algo innecesariamente hasta causar el hastío de los demás.
Sólo le pregunté si quería carne o pescado, y acabó hablando de la dieta de los astronautas… siempre le busca los tres pies al gato.
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Expresión utilizada para describir a alguien que actúa con total confianza y soltura en un lugar donde, en teoría, no debería sentirse tan cómodo. Suele tener un tono peyorativo (exceso de confianza o descaro).
Entró en la reunión sin estar invitado, se sirvió café y empezó a opinar… como Pedro por su casa.
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Pensar demasiado en algo, darle muchas vueltas.
No te comas el tarro por lo que dijo, seguro que no lo hizo con mala intención.
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Algo que es complicado, exagerado o con mucha historia o trasfondo detrás.
La reunión de ayer… tela marinera, acabamos a gritos.
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Ser descarado, aprovecharse de los demás sin vergüenza o pedir cosas que no corresponden. Se usa para señalar una actitud abusiva o muy cómoda.
Tiene un morro increíble, llega tarde y encima quiere que lo esperemos.
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Lugar lleno de gente o saturado. También puede hacer referencia a estar muy agotado.
El centro comercial estaba petado por las rebajas.
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Insistir de forma molesta o repetitiva sobre algo. Su significado proviene del ruidoso sonido que emite la matraca, un instrumento de percusión.
Mi jefe me dio la matraca todo el día con el informe.
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Persona con mucho poder, influencia o dinero en un ámbito determinado. Se usa para referirse a alguien importante.
Ese cliente es un pez gordo del mundo de las finanzas, hay que tratarlo con cuidado.
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Ser boque o boquerón. Alguien que todavía no se ha dado un beso con otra persona.
Juanpa es un boque, pero dice que no tiene prisa por besar a nadie.
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Estar muy acelerado, nervioso o hiperactivo. Se puede decir «estar como una moto» o «ponerse como una moto»
Yo después de dos cafés me pongo como una moto.
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Comer mucho o aprovechar una situación al máximo.
En el banquete de la boda había tantos langostinos que me puse las botas… y casi me pongo también las del novio.
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