Hacer un escándalo a gritos, con motivo de un enfado desmedido.
Me montó un pollo por prepararle un café con leche en vez de un cortado.
Hacer un escándalo a gritos, con motivo de un enfado desmedido.
Me montó un pollo por prepararle un café con leche en vez de un cortado.
Por
Estar distraído o lento de reflejos.
¡Despierta! Estás empanado y no te enteras de nada.
Por
Defecar. Se utiliza en tono jocoso o vulgar, evitando nombrar directamente la acción fisiológica.
Espera un momento, que voy a plantar un pino detrás de los arbustos.
Por
Ser boque o boquerón. Alguien que todavía no se ha dado un beso con otra persona.
Juanpa es un boque, pero dice que no tiene prisa por besar a nadie.
Por
Molestar o fastidiar insistentemente.
Mi hermano me dio la lata toda la tarde con sus preguntas.
Por
Expresión usada para cortar una situación incómoda, absurda o emocional. Proviene de lo que diría un cajero en un supermercado, pero se aplica fuera de contexto.
(A un extraño en la parada del metro)
-Estoy devastado. Me siento como un calcetín sin pareja. Como un WiFi sin contraseña. Como un emoji sin contexto.
-Señor, que si quiere bolsa.
Por
Terminar una relación o dejar de hablar con alguien sin explicación, desapareciendo por completo.
Después de nuestra cita, hizo ghosting y nunca más respondió mis mensajes.
Por
Estar distraído o despistado.
Le pedí que recogiera el desodorante y lo metió en la nevera… está en las nubes.
Por
Lanzar indirectas o críticas, especialmente entre influencers o artistas.
Ojalá Rosalía tirando beef a Rauw Alejandro en una de sus nuevas canciones.
Por
Sentirse fuera de lugar.
Me invitaron a una reunión de física cuántica en la que estaba como perro en misa.
Por
Insistir de forma molesta o repetitiva sobre algo. Su significado proviene del ruidoso sonido que emite la matraca, un instrumento de percusión.
Mi jefe me dio la matraca todo el día con el informe.
Por
Utilizado cuando alguien está muy confundido, con pensamientos desordenados o sin claridad sobre una situación.
Entre el trabajo, los estudios y la mudanza llevo un cacao mental que no me aclaro.
Por