Solicitar espacio, oportunidad o turno para participar, hablar o intervenir, especialmente cuando el ambiente está dominado por otros.
En el debate todos hablaban al mismo tiempo, así que tuve que pedir cancha para dar mi opinión.
Solicitar espacio, oportunidad o turno para participar, hablar o intervenir, especialmente cuando el ambiente está dominado por otros.
En el debate todos hablaban al mismo tiempo, así que tuve que pedir cancha para dar mi opinión.
Por
Persona que arruina la diversión o el entusiasmo de los demás.
Estábamos celebrando y él empezó a quejarse de todo… qué aguafiestas.
Por
Ser boque o boquerón. Alguien que todavía no se ha dado un beso con otra persona.
Juanpa es un boque, pero dice que no tiene prisa por besar a nadie.
Por
Persona torpe, especialmente haciendo cosas con las manos.
No le dejes montar la estantería, es un manazas y la va a liar.
Por
Permanecer firme y activo en una situación difícil, sin rendirse.
Aunque está enfermo, sigue trabajando. Está al pie del cañón.
Por
Expresión que indica que alguien ha exagerado, ha ido demasiado lejos en sus palabras o acciones, sobrepasando lo razonable. La metáfora de “tres pueblos” sugiere que se ha excedido mucho más de lo necesario.
Se pasó tres pueblos criticando a su compañero delante de todos. Debería haberlo hecho en privado.
Por
Dinero, especialmente cuando se habla de grandes cantidades o de forma informal. Es una forma muy común de referirse al dinero en el habla coloquial.
Para comprarte ese coche necesitas mucha pasta, no es cualquier cosa.
Por
Estar muy nervioso, tembloroso o inseguro ante una situación.
Antes del examen estaba hecho un flan.
Por
Echar o lanzar balones fuera. Evitar responsabilizarse de algo, desviar la atención o cambiar de tema para no afrontar una situación.
Cuando le preguntaron por el error en el artículo, echó balones fuera y señaló al corrector.
Por
Sentirse o estar completamente solo, sin compañía ni apoyo. Se usa tanto literal como emocionalmente.
Desde que se mudó, no socializa a nadie. Está más solo que la una.
Por
Describe a quien siempre va con prisas, llegando justo de tiempo o incluso tarde. La metáfora sugiere que el reloj le persigue y apenas consigue escapar de él.
Siempre anda con la hora pegada al culo, nunca consigue llegar relajado a las citas.
Por
Estar harto de algo o alguien.
Estoy hasta las narices de hacer horas extra y que mi jefe no me las pague ni me las compense con días libres.
Por
Persona considerada poco seria, irresponsable, fantasiosa o que promete cosas que nunca cumple. Se aplica a alguien que habla mucho pero no respalda sus palabras con hechos, alguien que no merece confianza.
No hagas caso a Juan, es un cantamañanas que siempre dice que va a montar un negocio y nunca hace nada.
Por