Estar en problemas o en una situación complicada.
No estudié nada para el examen y es esta tarde, estoy al horno.
Estar en problemas o en una situación complicada.
No estudié nada para el examen y es esta tarde, estoy al horno.
Por
Ser muy exagerado o inventarse excusas constantemente. Variante de «tener más cuento que Calleja».
Dice que no vino porque se le cayó el móvil en la ducha… tiene más cuento que Andersen.
Por
Algo incuestionable, evidente, indiscutible, que no admite réplica ni excusa. Es como decir que una cosa es tan clara que no se puede “quitar el pepino”, de ahí la broma.
Es impepinable que si no estudias no aprobarás el examen.
Por
Persona que actúa de manera turbia o poco transparente, normalmente en cuestiones relacionadas con negocios o favores.
No me fío de ese tipo, siempre ha sido un chanchullero que se mete en negocios turbios.
Por
Expresión empleada para señalar algo que tiene un precio excesivamente alto, tanto que resulta casi inalcanzable o desproporcionado respecto al valor que ofrece.
Reparar el coche me costó un ojo de la cara, casi tanto como comprar uno nuevo.
Por
No dormir nada durante la noche, por insomnio, nervios o molestias.
Con el ruido de la calle no pegué ojo en toda la noche.
Por
Reprender a alguien con firmeza, decirle las verdades de manera directa y sin rodeos. Se usa cuando alguien necesita ser puesto en su sitio.
El jefe le cantó las 40 por llegar tarde todos los días, ya era hora.
Por
Olvidar algo repentinamente, sobre todo al hablar o escribir.
Te iba a contar cómo fue mi viaje por los Alpes pero me lanzaste tal mirada envidiosa que me quedé en blanco.
Por
No es el animal, sino que metafóricamente se utiliza para expresar que alguien es muy sucio o grosero.
Meó y seguidamente se limpió las manos en el pantalón, ¡vaya cerdo!
En ese hotel de cinco estrellas desayunamos como cerdos.
Por
Terminar una relación o dejar de hablar con alguien sin explicación, desapareciendo por completo.
Después de nuestra cita, hizo ghosting y nunca más respondió mis mensajes.
Por
Evitar conflictos o discusiones, mantener la armonía en una situación tensa.
No quiero discutir, mejor tengamos la fiesta en paz.
Por
Palabra utilizada de forma afectuosa, cercana y familiar para dirigirse a alguien. Funciona como un apelativo cariñoso, similar a “amigo”, “compañero”, “cariño” o “colega”, dependiendo del contexto.
Literalmente, “chato” significa “de nariz aplastada o poco prominente”. Con el tiempo, este rasgo físico se convirtió en un apodo, y de ahí pasó a usarse como mote cariñoso o informal.
Anda, chato, no te preocupes, que todo se arregla.
Por
Utilizado para describir un espacio físico o simbólico donde hay libertad de acción, sin obstáculos ni límites. También suele implicar despreocupación o ausencia de normas estrictas.
Proviene de la geografía de la región de Castilla, en España, caracterizada por sus vastas llanuras abiertas.
Desde que se fue el jefe, nadie hace nada: esto es anchas Castilla.
Por
Ser muy descarado, pedir o hacer cosas sin vergüenza ni consideración.
Se presentó en la fiesta sin invitación y pidió que le sirvieran primero… tiene un morro que se lo pisa.
Por