Echar o lanzar balones fuera. Evitar responsabilizarse de algo, desviar la atención o cambiar de tema para no afrontar una situación.
Cuando le preguntaron por el error en el artículo, echó balones fuera y señaló al corrector.
Echar o lanzar balones fuera. Evitar responsabilizarse de algo, desviar la atención o cambiar de tema para no afrontar una situación.
Cuando le preguntaron por el error en el artículo, echó balones fuera y señaló al corrector.
Por
Palabra utilizada de forma afectuosa, cercana y familiar para dirigirse a alguien. Funciona como un apelativo cariñoso, similar a “amigo”, “compañero”, “cariño” o “colega”, dependiendo del contexto.
Literalmente, “chato” significa “de nariz aplastada o poco prominente”. Con el tiempo, este rasgo físico se convirtió en un apodo, y de ahí pasó a usarse como mote cariñoso o informal.
Anda, chato, no te preocupes, que todo se arregla.
Por
Solicitar espacio, oportunidad o turno para participar, hablar o intervenir, especialmente cuando el ambiente está dominado por otros.
En el debate todos hablaban al mismo tiempo, así que tuve que pedir cancha para dar mi opinión.
Por
Tener el control total sobre una situación, especialmente cuando se tiene poder de decisión o ventaja sobre otros. Tener la sartén por el mango.
En esa negociación, ella tenía la sartén por el mango porque era la única con experiencia.
Por
Acertar plenamente en algo, especialmente al identificar una causa, solución o idea.
Cuando dijo que lo que faltaba era comunicación, dio en el clavo.
Por
Persona muy buena en lo que hace, destacada por su habilidad.
Mi amiga es una crack en matemáticas, siempre saca dieces.
Por
Estar en una situación límite, especialmente económica o emocional, sin margen de maniobra.
Entre la hipoteca y los gastos, estoy con el agua al cuello.
Por
Sentir una gran preocupación o tensión por algo que está ocurriendo o está por resolverse.
Estuve con el alma en vilo hasta que me confirmaron que todo había salido bien en la operación de mi madre.
Por
Posponer una respuesta o acción repetidamente, sin intención real de cumplir.
Lleva meses diciéndome que ya quedaremos a tomar algo pronto… me está dando largas.
Por
Una persona muy joven, nueva o sin experiencia en algo. Suele utilizarse de forma afectiva. Proviene del latín pipio, pipionis, que significa “pichón” o “polluelo”.
Cuando empecé en el trabajo era un pipiolo que no sabía ni presentarse ante desconocidos.
Por
Relajado, tranquilo o despreocupado, incluso en situaciones tensas. Se suele decir «estar» o «quedarse más fresco que una lechuga».
Mientras toda la familia discutía fuertemente en la comida de Navidad, él estaba más fresco que una lechuga pelándose sus gambas.
Por
Molestar, fastidiar, insistir de forma pesada o interferir en lo que otra persona está haciendo. Puede tener un tono desde ligero a modo de broma hasta fuerte, irritable. En algunos contextos también puede significar estropear algo.
Ya deja de fregar con las preguntas, te prometo que te aviso cuando tenga novedades.
Por