Ser muy travieso, inquieto o potencialmente problemático.
Ese niño tiene más peligro que una piraña en un bidé, no para quieto.
Ser muy travieso, inquieto o potencialmente problemático.
Ese niño tiene más peligro que una piraña en un bidé, no para quieto.
Por
Estar harto o cansado de algo.
Estoy hasta el moño de que me cancelen planes a última hora.
Por
Una mentira, excusa, historia inventada o engaño que alguien cuenta para justificar algo o manipular.
No me vengas con milongas, sé perfectamente que llegaste tarde porque te quedaste dormido.
Por
Dinero, especialmente cuando se habla de grandes cantidades o de forma informal. Es una forma muy común de referirse al dinero en el habla coloquial.
Para comprarte ese coche necesitas mucha pasta, no es cualquier cosa.
Por
Persona pesada, que molesta por insistente.
Ese vendedor es un pelmazo, no para de llamar. ¡Es la quinta vez hoy!
Por
Expresión que indica que, cuando dos personas se reparten una responsabilidad y ninguna la asume, la tarea se queda sin hacer. Se aplica a la falta de compromiso compartido.
Con los informes anuales pasó lo de siempre: el uno por el otro, la casa sin barrer. Así que estamos a finales de 2025 y todavía no tenemos el informe de 2024.
Por
Persona que resulta extremadamente molesta, insistente o repetitiva, hasta el punto de agotar la paciencia de los demás. La imagen de “una vaca en brazos” transmite algo incómodo, difícil de sostener y que se hace interminable.
Mi primo es más pesado que una vaca en brazos, siempre me cuenta la misma historia diez veces.
Por
No revelar información, guardar silencio o evitar hablar de algo.
Le preguntamos qué pasó y no soltó prenda.
Por
Sufrir un ataque repentino (como un desmayo, un mareo o una crisis repentina). Utilizado para referirse a un susto físico inesperado.
Casi me da un jari al ver la factura de la luz.
Por
Persona que adula excesivamente a alguien, especialmente a superiores.
No me extraña que sea la única persona de esta empresa a la que han ascendido en cinco años, es un pelota.
Por
Describe a una persona considerada aburrida, insípida o sin gracia, alguien que carece de chispa, entusiasmo o atractivo en su forma de ser. Se usa para señalar falta de carisma o viveza.
No me gusta salir con él, es un pan sin sal y nunca propone nada divertido.
Por
Algo muy fácil de hacer o de conseguir, tanto como comer pan, una actividad muy simple y cotidiana que apenas requiere esfuerzo.
Resolver ese error de código es pan comido para un programador experimentado como yo.
Por
Interrumpir una situación agradable o divertida.
Estábamos bailando y nos vino a cortar el rollo con su melancolía.
Por
Olvidar algo repentinamente, sobre todo al hablar o escribir.
Te iba a contar cómo fue mi viaje por los Alpes pero me lanzaste tal mirada envidiosa que me quedé en blanco.
Por