Se dice de alguien que habla con total franqueza, sin filtros ni rodeos, incluso si lo que dice puede resultar incómodo o polémico.
María no tiene pelos en la lengua, siempre dice lo que piensa aunque no guste.
Se dice de alguien que habla con total franqueza, sin filtros ni rodeos, incluso si lo que dice puede resultar incómodo o polémico.
María no tiene pelos en la lengua, siempre dice lo que piensa aunque no guste.
Por
Salir perjudicado por una acción imprudente.
Firmaste el contrato sin leerlo bien, ahí te pillaste los dedos.
Por
Alguien muy extraño o poco común.
Este chico es más raro que un perro verde: nunca quiere salir de fiesta en verano pero en invierno no ve la hora de volver a casa.
Por
Empleado para describir a alguien que da vueltas innecesarias sobre un asunto, evitando tomar decisiones claras o alargando una conversación sin llegar a nada concreto. Implica evasión, distracción o falta de compromiso.
Lleva tres reuniones hablando del mismo tema y aún no toma una decisión… está mareando la perdiz como un profesional.
Por
Acertar plenamente en algo, especialmente al identificar una causa, solución o idea.
Cuando dijo que lo que faltaba era comunicación, dio en el clavo.
Por
Persona pesada, que molesta por insistente.
Ese vendedor es un pelmazo, no para de llamar. ¡Es la quinta vez hoy!
Por
Hablar de cosas secundarias o irrelevantes, evitando el tema principal.
El tribunal le preguntó por su falta de concreción en el artículo, pero él se fue por las ramas y empezó a hablar del capitalismo opresor.
Por
Estar muy acelerado, nervioso o hiperactivo. Se puede decir «estar como una moto» o «ponerse como una moto»
Yo después de dos cafés me pongo como una moto.
Por
Utilizado cuando alguien está muy confundido, con pensamientos desordenados o sin claridad sobre una situación.
Entre el trabajo, los estudios y la mudanza llevo un cacao mental que no me aclaro.
Por
Tener el control total sobre una situación, especialmente cuando se tiene poder de decisión o ventaja sobre otros. Tener la sartén por el mango.
En esa negociación, ella tenía la sartén por el mango porque era la única con experiencia.
Por
A escondidas, de manera furtiva o sin permiso. Algo que se hace de manera disimulada, intentando que no se note o que no te pillen.
El camarero entró en la cocina de extranjis para probar el postre antes de que lo sirvieran.
Por
Molestar insistentemente, fastidiar, ser pesado o inoportuno con algo. Se aplica cuando alguien repite demasiado un tema, insiste sin parar o resulta cargante.
Me está dando la tabarra con que vaya al gimnasio, y ya me tiene cansado.
Por
Persona inquieta, que no puede estar quieta ni en un sitio mucho tiempo.
No había acabado el máster y ya estaba pensando en cuál iba a ser el siguiente. Lo reconozco, soy un culo inquieto.
Por